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ASAPAR - Fisioterapia en la cirugía de la artritis


Consideraciones preliminares
Etapa prequirúrgica
Recuperación funcional posquirúrgica


Consideraciones preliminares

El campo de las intervenciones quirúrgicas constituye para el fisioterapeuta un ámbito esencial en el que aplicar distintas técnicas antiálgicas y de movilización que sin duda van a ser indispensables para conseguir los objetivos primordiales de la cirugía:

  • La supresión del dolor
  • La recuperación de la función articular.

El paciente reumático requiere una dedicación continuada y exhaustiva del fisioterapeuta, tanto en la etapa prequirúrgica como en la posquirúrgica.

Etapa prequirúrgica

  • Aproximadamente los 6 meses previos a la intervención
  • Tratamiento bajo supervisión del fisioterapeuta

A pesar del deterioro que por lo general sufren las articulaciones en los pacientes con artritis, prácticamente en ningún caso se valora como urgente una intervención (salvo en el caso de afectación vertebral cervical).

Generalmente transcurren largos periodos de tiempo (meses) antes de la intervención que se pueden emplear en mantener y aumentar la fuerza muscular y la función articular mediante ejercicios, evitando retracciones y atrofias por desuso debido al dolor, no tan sólo de la articulación afectada sino también del resto de las articulaciones vecinas.

Otro matiz sin duda fundamental del tratamiento prequirúrgico lo constituye el aspecto psicológico y de soporte humano. Hay que mitigar el estado de ánimo del paciente responsabilizándole de su recuperación funcional mediante ejercicios pautados y normas recomendadas.

Con esta preparación prequirúrgica se obtiene otro logro importante: el aprendizaje por parte del paciente de los ejercicios que deberá realizar posteriormente a la intervención.

Recuperación funcional posquirúrgica (inicio a los 3-4 días)

La actuación del fisioterapeuta es fundamental en esta fase para:

  • Evitar el desánimo del paciente
  • Reforzarle la confianza en sí mismo
  • Evitar que el proceso doloroso agudo condicione los objetivos de fisioterapia cuanto a la movilidad y recuperación funcional.

Los ejercicios como base de la recuperación funcional

En la etapa postoperatoria se inicia la fase de recuperación funcional cuyos objetivos son conseguir la movilidad y la estabilidad del paciente.

Además del trabajo muscular isométrico y las movilizaciones activas/asistidas se emplean también ejercicios isotónicos con resistencias progresivas manuales y con pesos restringidos.

Evitar el edema y el dolor son objetivos primordiales y el fisioterapeuta mantendrá un ritmo de trabajo que sea inferior a las posibilidades del paciente, sin forzar.

Hipermovilidad-rigidez: Algunos pacientes recuperan la movilidad de la articulación intervenida con excesiva rapidez, sin haber conseguido tonificar la musculatura suficientemente; esto se suele observar durante el proceso de recuperación de las rodillas en las artroplastias de sustitución (prótesis total de rodilla) donde con flexoextensión pasiva (movimiento con ayuda) se consigue fácilmente la totalidad del recorrido articular pero no se ha obtenido potencia suficiente del cuádriceps para la extensión activa completa (ejercida por el paciente);esta disminución mecánica ocasionará inestabilidad de la rodilla, marcha en flexo de rodilla (deformación lateral), cojera y dolor. En estos casos será necesario:

  • Disminuir los ejercicios cuya finalidad sea incrementar la movilidad
  • Aumentar los ejercicios de tonificación muscular con técnicas apropiadas.

No resulta recomendable forzar una articulación con el fin de lograr mayor movilidad, debido a la gran fragilidad ósea y de los tejidos blandos en los pacientes con AR.

Los ejercicios dentro del agua y la natación están especialmente indicados en estos pacientes